La producción energética en la UE y las emisiones de carbono que genera
Los recursos naturales que se utilizan para producir energía tienen un impacto directo en los niveles de emisiones de CO₂ y en la sostenibilidad medioambiental a largo plazo del sector energético. Debido a las grandes diferencias que existen en los países de la UE, podemos encontrar una gran diversidad de métodos empleados para producir energía.
La producción energética en la UE y las emisiones de carbono que genera
Los recursos naturales que se utilizan para producir energía tienen un impacto directo en los niveles de emisiones de CO₂ y en la sostenibilidad medioambiental a largo plazo del sector energético. Debido a las grandes diferencias que existen en los países de la UE, podemos encontrar una gran diversidad de métodos empleados para producir energía.
De todas las actividades que producen gases causantes del efecto invernadero, la producción energética es responsable de la mayoría de las emisiones de CO₂ equivalente.
Las fuentes de energía renovables son, por lo general, preferibles a los combustibles fósiles, porque sus emisiones tienen un menor impacto en la atmósfera y por la accesibilidad de las materias primas. Por lo tanto, la energía renovable es más sostenible a largo plazo.
Es por ello que la UE ha promovido, durante los últimos años, la transición de combustibles fósiles a energía renovable. Pero ¿cómo producen los países de la UE su energía?
La plataforma de transparencia de la ENTSO-E (la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad) ha desvelado información que posibilita el análisis de la capacidad instalada de energía de diferentes países europeos.
El gráfico muestra la capacidad en megavatios de los sistemas energéticos de distintos países, con 21 tecnologías diferentes.
La información está representada jerárquicamente para facilitar la comparación entre los países y sus proporciones de energía producidas con combustibles fósiles, energías renovables o energía nuclear. También podemos observar diferencias en las tecnologías y los combustibles que se utilizan dentro de un mismo país.
Las fuentes de suministro de energía varían mucho de un país a otro. Numerosos Estados miembros producen energía utilizando combustibles fósiles, por ejemplo: en Polonia y la República Checa se utiliza el carbón, y en Italia y los Países Bajos se utiliza el metano. Otros dependen mucho menos de los combustibles fósiles, como Francia, que utiliza mayoritariamente la energía nuclear y Suecia, donde las energías renovables se utilizan para aportar dos tercios de la capacidad energética necesaria.
Estas diferencias, además de indicar el Estado miembro más eficiente en términos de producción energética, también sugieren lo difícil que es para las instituciones de la UE regular esta industria. No es una coincidencia que los problemas medioambientales representen un cuarto de todas las sanciones que impone la Comisión Europea a los Estados miembros.
Estos son los obstáculos a los que se enfrenta la política de transición energética, incluyendo las subvenciones y las inversiones privadas en la industria de combustibles fósiles, así como la desmesurada libertad para contaminar que se ha dado a las compañías más grandes del sector.