La guerra no declarada hacia las mujeres en Europa
Esta investigación transfronteriza sin precedentes, realizada con la participación de 18 redacciones europeas, trata de arrojar luz sobre los feminicidios, la violencia creciente contra las mujeres durante la época de la pandemia, y la impactante escasez de datos sobre estos fenómenos.
«Cada vez que vuelve a pasar, lo revives. Es horrible. Siempre pienso en lo que tienen que estar pasando esa madre y ese padre». Para Katerina Koti, la madre de Dora Zacharia, una mujer de 31 años que fue asesinada en Rodas en septiembre de 2021 por su exnovio unos días después de romper, cada nuevo feminicidio es una pequeña tragedia más. Dora fue la undécima víctima de aquel año, en una lista que estaba destinada a crecer considerablemente…
A mediados del pasado verano, tres mujeres perdieron la vida en menos de 48 horas en diferentes partes de Grecia a manos de sus parejas. El 31 de julio de 2022, un hombre mató a su mujer a puñaladas en Rétino (Creta) cuando esta le pidió el divorcio. Al día siguiente en la isla de Zante, otro hombre pegó una brutal paliza a su mujer para después matarla de una puñalada. Pocas horas antes de su asesinato, la mujer había acudido a la comisaría para denunciarlo otra vez, tras otra paliza. Solo unas horas después, una chica de 17 años del barrio ateniense de Peristeri se convirtió en la víctima más joven de feminicidio.
Esta «epidemia» de feminicidios a manos de la pareja o expareja es la culminación de una tendencia que ha invadido Grecia y parece que se ha intensificado durante la pandemia. Y no se trata solo de Grecia: a principios de año en España hubo cuatro feminicidios en diferentes ciudades en un solo día. Los mismos informes nefastos están llegando de otros países europeos, alimentando el debate sobre si los feminicidios deberían pasar a considerarse un crimen por derecho propio. Por ahora, solo dos Estados europeos (Chipre y Malta ), se han atrevido a dar este paso.
Pero ¿qué está pasando en realidad? ¿Se ha producido en los últimos años un aumento en el número de mujeres asesinadas por sus parejas o familiares? ¿Forman parte estos hechos de un incremento más amplio de la violencia de género, en concreto de la violencia doméstica, durante la pandemia? ¿Se ha producido un aumento real de las tasas de feminicidio en Europa? ¿Y qué países están teniendo más dificultades para frenar la violencia contra las mujeres?
La investigación de datos transfronteriza de MIIR y EDJNet
Estas preguntas no son fáciles de responder, pues no se han publicado datos oficiales a escala de la Unión Europea para el periodo a partir de 2018. El Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE), que se encarga de investigar y observar las políticas sobre violencia contra la mujer, realizó una encuesta en 2020, pero probablemente los resultados no verán la luz antes de 2024. Es decir, que la UE tardará casi cinco años en obtener una visión global de lo que ha ocurrido en un ámbito fundamental que afecta a la mitad de la población.
MIIR, junto con otros 17 medios de comunicación europeos pertenecientes a la red EDJNet , ha tratado de generar un mapa actualizado sobre la violencia que se está ejerciendo contra las mujeres en Europa. Tras pedir datos estadísticos a las autoridades nacionales competentes para el periodo 2010-2021, MIIR ha creado una base de datos cuyos resultados arrojan luz sobre el rumbo que está tomando la violencia de género en los países europeos. Con la contribución de iMEdD Lab, se analizaron los datos, prestando especial atención a los años de la pandemia de covid‑19.
La investigación está basada en dos fuentes principales de información. La primera son los indicadores del EIGE para el registro de violencia doméstica contra las mujeres y feminicidios a manos de hombres, tal y como se incluye en el Informe sobre Igualdad de Género 2021 , que incluye datos hasta 2018. El EIGE define «violencia doméstica» como cualquier acto de violencia física, sexual, psicológica o económica que ocurre entre parejas o exparejas, casadas o no, e independientemente de que vivan en el mismo domicilio. Los equipos participantes en la investigación buscaron y contribuyeron con los datos más actualizados que encontraron, los cuales fueron examinados de acuerdo con las directrices del EIGE.
En lo que respecta al «feminicidio», cabe señalar que el EIGE adopta la definición estadística de «el asesinato de una mujer a manos de su pareja, o la muerte de una mujer como resultado de una práctica que es perjudicial para la mujer», y considera a los crímenes que cumplen estas características como «Indicador 9», que mide las muertes por feminicidio en mujeres de más de 18 años. En Grecia no existe una ley concreta para el proceso penal del feminicidio, y por lo tanto el fenómeno se monitoriza en el país a través de la recolección de datos relativos a las mujeres víctimas de homicidio doloso, mientras que la relación con el agresor se obtiene con la ley para el tratamiento de violencia doméstica.
La segunda fuente y herramienta para la «verificación» informal de los resultados fueron las bases de datos de la Eurostat, que proporcionan información sobre los homicidios dolosos, violaciones y agresiones sexuales donde el agresor es pareja o familiar de la víctima, hasta 2020, así como algunos detalles sobre las sanciones penales contra los agresores. En el caso de Grecia, los datos se tomaron de la Secretaría General para la Igualdad de Género, que a su vez obtiene la información de la policía griega y del Ministerio de Justicia. Junto con Eslovenia, Grecia fue uno de los países que proporcionó datos para la mayoría de las categorías. Pero aún sigue siendo necesario arrojar luz al asunto.
Una ausencia de datos sobre violencia de género en la UE
Partiendo de las cifras más recientes aportadas por la primera fuente de datos, estimamos que el número total de feminicidios entre 2010 y 2021 en los 20 países que aportaron información asciende a 3232, si bien no hemos obtenido información de ocho Estados miembros de la UE (Polonia, Bulgaria, Dinamarca, Luxemburgo, Bélgica, Portugal, Irlanda y Rumanía). Con todo, teniendo en cuenta la cifra anterior, todo parece indicar que las autoridades declararon una cantidad menor a las cifras reales, dado que, por su parte, la Eurostat registró 6593 homicidios dolosos a mujeres entre 2011 y 2021, de los cuales 4208 fueron perpetrados por sus parejas y 2385 por familiares (estos datos atañen a los siguientes 20 países: Alemania, Austria, Chipre, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Malta, Países Bajos, República Checa, Serbia, Suecia).
La ausencia de datos actualizados supone una limitación importante tanto para nuestra investigación como para la elaboración de políticas. Los miembros de EDJNet descubrieron lagunas significativas en las publicaciones de los datos más recientes por parte de actores estatales. A esto hay que añadir la falta de datos con características similares, y por lo tanto, comparables. «La UE no tiene ninguna puntuación en materia de violencia debido a la falta de datos comparables a escala europea», afirma el EIGE , que busca maneras de superar este obstáculo. A pesar de las limitaciones, la información incluida en la base de datos principal de MIIR dice mucho sobre la dirección que está tomando la violencia de género en Europa.
Estallido de feminicidios en Grecia
Debido a la falta de información y a que los distintos países tienen diferentes métodos para registrar los feminicidios, para obtener resultados más fiables decidimos no comparar números absolutos, sino la variación porcentual de los feminicidios entre años, en aquellos países con suficientes datos para hacerlo. Además, los datos se extrapolaron a tasas comparables por cada 100 000 habitantes.
Grecia experimentó el mayor aumento de feminicidios en 2021, con un aumento del 187,5 %: se pasó de 8 en 2020 a 23 en 2021. Suecia tampoco se quedó atrás, con un aumento del 120 % en 2018 en comparación con 2017; mientras que en Estonia y Eslovenia se produjo un incremento del 100 % en 2015 y en 2020 respectivamente. Si comparamos los datos de los dos años de pandemia con el 2019, Grecia, Eslovenia, Alemania e Italia experimentaron un aumento significativo de feminicidios.
A efectos de la investigación, los equipos participantes también recogieron datos de fuentes no oficiales, como grupos de vigilancia locales que contabilizan los feminicidios. Este tipo de organizaciones suelen vigilar la cobertura mediática con el objetivo de contrarrestar la infradeclaración de violencias contra la mujer. De este modo fue posible comparar los datos oficiales en materia de feminicidios con los no oficiales.
«No reivindicamos que llevamos el recuento exacto de los feminicidios, solo intentamos demostrar la necesidad de datos públicos. El problema de la violencia durante la pandemia es muy complejo y duradero. Nuestros datos de 2019 a 2022 nos indican que el fenómeno es persistente», afirma Athena Pegglidou, fundadora de la sección griega del European Observatory on Feminicide [Observatorio Europeo de Feminicidios]. En los últimos dos años, la cantidad extraoficial de feminicidios registrados en Grecia recogida por el Observatorio fue superior que los datos oficiales del Estado, siendo en 2020 2,4 veces mayor y 1,4 en 2021. En Serbia, el número no oficial de feminicidios recogido por la ONG Centro de Mujeres Autónomas fue casi 1,5 veces mayor que el oficial.
Al examinar los datos de la Eurostat sobre los homicidios dolosos de mujeres perpetrados por hombres, parejas o familiares en Grecia, se puede observar, y por lo tanto confirmar, un incremento similar del 156 % en 2021 comparado con 2020. Más adelante, el análisis muestra que en Eslovenia se produjo un incremento de un 100 % en cuestión de homicidios a mujeres a manos de sus parejas y familiares durante el primer año de la pandemia, en comparación con 2019. Croacia, Austria y Hungría son los siguientes de la lista, con aumentos del 55,6 %, 28,6 % y 26,1 % respectivamente.
Cristina Fabre Rosell está al frente del equipo de violencia de género en el Instituto Europeo de la Igualdad de Género, y explica que, durante el primer confinamiento de la pandemia se produjo una reducción relativa en el número de feminicidios, si bien el peligro seguía estando ahí:
«Durante la pandemia, las mujeres no estaban tan expuestas al feminicidio porque no les quedaba más remedio que estar con su agresor, y por lo tanto este se sentía más seguro de sí mismo: el poder y el control estaban en su mano. Ellas no podían ir a ningún sitio, no tenían salida. Por tanto, la violencia doméstica sí aumentó, pero la mayor forma de violencia, el feminicidio, no lo hizo. Lo que más nos preocupaba eran las medidas que se iban a implementar tras el confinamiento. Cómo íbamos a proteger a todas esas mujeres que estaban huyendo de sus maltratadores. Por ello, temíamos que esta forma última de violencia doméstica, el feminicidio, pudiese aumentar una vez que se levantase el confinamiento. Es lo que ha pasado en algunos Estados miembros. No obstante, aún no podemos saber si se trata de un patrón común a todos los Estados miembros de la UE, y hasta qué punto podríamos afirmar que la tendencia es fruto de dichas medidas. No tenemos pruebas. Sin embargo, esperamos que con la recolección de datos sobre feminicidios perpetrados por parejas a través de los años seamos capaces de obtenerlas.»
Un aumento de la violencia contra las mujeres
Las declaraciones de la líder del equipo de violencia de género del EIGE se confirman mediante el análisis de otros indicadores del propio instituto: de violencia física, psicológica, económica y sexual. Las cifras de la siguiente gráfica muestran los cambios en la cantidad de víctimas de cada tipo de violencia en los últimos años.
Durante la pandemia en Grecia, el número de víctimas de violencia física aumentó un escalofriante 110,02 % en 2020 y un 90,4 % en 2021. En concreto, en 2020 se registraron 3609 víctimas de violencia física, mientras que en 2021 la cifra ascendió a 6873. Por otro lado, las víctimas de violencia sexual aumentaron de 69 a 141.
Al mismo tiempo, el extenso uso de internet y el aumento de abusos a través de la red han supuesto el aumento de un 84,1 % de víctimas de violencia psicológica en el país, alcanzando las 2906 afectadas en 2020, solo para registrar otro aumento de un 104,6 % y alcanzar las 5350 víctimas en 2021. «Considero que estamos en proceso de conceptualizar la violencia psicológica y que la gente es más consciente de lo que supone este tipo de violencia, y de las enormes repercusiones que acarrea. Al menos es la tendencia que observamos, que cada vez más víctimas se están dando cuenta de que es inaceptable, que constituye una ofensa y que es una forma de violencia», explica la líder del equipo de violencia de género del EIGE.
Según el EIGE, al menos el 44 % de las mujeres en Europa ha sufrido en algún momento violencia psicológica por parte de sus parejas. Sin embargo, parece que hay países que han conseguido ralentizar su extensión, como Serbia y Alemania, donde el incremento se limitó a un 3,4 % y 1,5 % respectivamente durante el primer año de la pandemia.
No hay muchos informes sobre la violencia económica contra las mujeres (es decir, el excesivo control económico o la presión financiera que un hombre puede ejercer sobre su actual o antigua pareja). De los diez países que notifican casos, en seis se produjo un aumento y en cuatro un descenso entre 2015 y 2018. Finlandia encabeza la lista con un incremento medio del 33,4 %, seguido de la República Checa con un 26,6 %, de Alemania con un 12,2 %, Austria con un 8,4 %, España con un 6,0 % y Letonia con un 4,6 %. Por otro lado, Bélgica percibió un descenso medio de -0,1 %, Malta de -2,7 %, Eslovaquia de -12,1 % y Serbia de -18,1 %.
En lo que respecta a la violencia sexual, Grecia, Serbia y Eslovenia presentaron aumentos significativos de este indicador durante los años de la pandemia. En concreto, la violencia sexual en Grecia aumentó un 115,6 % en 2020 y un 104,3 % en 2021. En Serbia, tras un descenso de -52,6 % en 2020, se produjo un incremento del 76,0 % en 2021; mientras que en Eslovenia aumentó un 64,3 % en 2020 y un 17,4 % en 2021. En Alemania aumentó un 8,0 % en 2020, mientras que en Hungría el aumento fue del 20,8 % en 2020, aunque en 2021 notificó un cambio de -6,3 %.
Según los datos de la Eurostat, Hungría y Grecia registraron los mayores aumentos de violaciones a mujeres notificadas en 2020, con un 41,2 % y un 36,5 % respectivamente, seguidos de Rumanía y Eslovenia. En general, Suecia encabeza la lista con 135 víctimas de violación y 197 víctimas de agresión sexual por cada 100 000 mujeres entre 2015 y 2020 (cabe destacar que Suecia extendió la definición de violación en 2013 y en 2018, y esto podría repercutir en las cifras). Dinamarca, Francia y Finlandia lo siguen con 54, 47 y 41 víctimas de violaciones por cada 100 000 mujeres respectivamente. En lo que se refiere a agresiones sexuales, Francia, Dinamarca, Alemania y Finlandia tienen las tasas más altas.
La negligencia de las autoridades policiales cuesta vidas
Konstantina Tsapa fue asesinada el 5 de abril de 2021 de una puñalada por su marido, del que estaba separada, en el pueblo de Makrinitsa. El mismo día, el agresor se presentó en casa de los padres de la víctima y también asesinó a su hermano Giorgo Tsapa. Cuatro días antes, el asesino había atacado violentamente a su exmujer y madre de su hijo y a los padres de ella, en la misma casa. El autor de los hechos ya les había atacado en otras ocasiones, pero, a pesar de los recursos a la policía, las denuncias y los requerimientos judiciales, este no pasó ni una noche detenido.
«En la disputa previa al asesinato de Makrinitsa, vino a nuestra casa y nos golpeó a los tres: a mí, a mi mujer, y a mi difunta hija. Luego, la policía se lo llevó a comisaría, donde estuvo unas dos o tres horas. Pero le soltaron y me dijeron: ‘no podemos retenerlo más'», contó a MIIR un devastado Apostolos Tsapa. Había presenciado el asesinato de sus dos hijos.
«Las fuerzas policiales fueron tolerantes con el agresor», afirma Anthoula Anasoglou, defensora de la familia de la víctima. «Ya había sido acusado de violencia doméstica en 2021. Pero nunca le arrestaron. De hecho, durante el juicio, un testigo de la policía admitió que la policía le había dejado salir unos días antes, diciendo que como eran una pareja, acabarían volviendo juntos.»
Dora Zacharia no sabía en 2021 que su pareja de entonces y posterior asesino había sido procesado por violencia ilegítima y tenencia de armas tras un incidente en el que había amenazado a su expareja. El delito menor de violencia ilegítima acabó retirándose porque había prescrito, aunque fue condenado a dos meses de prisión y a una suspensión de tres años por el delito de tenencia ilícita de armas. Otra expareja, víctima de violencia física, también le había denunciado, pero el requerimiento no llegó a tiempo.
«Dora pagó ese retraso con su vida. Perdimos a nuestra hija injustamente», comentó a MIIR Katerina Koti, madre de la profesora de 31 años que fue asesinada en 2021.
Los datos recogidos en Grecia para 2020 muestran que, de los 4436 maltratadores domésticos, el 70,6 % (3132) fueron juzgados. De ellos, el 20,9 % fueron condenados, pero solo el 13,7 % fueron a la cárcel. Sin embargo, si comparamos el número de agresores con el número de hombres encarcelados, se estima que por cada 100 infractores notificados en 2020, solo 2 (es decir, un 2 %) acabaron en prisión.
Cabe señalar que las cifras absolutas podrían no reflejar plenamente la situación del año de referencia y que podrían darse anomalías en los datos. Por ejemplo, el hecho de que en 2020 se registre una infracción no significa que el delito se cometiese ese mismo año, al igual que si un agresor ingresó en prisión en 2020 no quiere decir que cometiera la ofensa ese mismo año. Por esta razón, estas tasas son una estimación relativa de la correlación entre los juicios y las encarcelaciones de autores de crímenes de violencia contra las mujeres, registrados en un periodo dado de tiempo, y, por lo tanto, deberían interpretarse como indicadores de una tendencia.
De media, anualmente solo el 3 % de los hombres procesados por violencia doméstica en Grecia, y el 5 % en Eslovenia acabaron en prisión. En cambio, en España este porcentaje asciende al 30 %.
La madre de Dora Zacharia, junto con las madres de otras mujeres asesinadas, ahora participa frecuentemente en eventos contra los feminicidios. Juntas reclaman cambios en la manera en que el país y toda la sociedad lidian con la violencia contra las mujeres y con los maltratadores domésticos.
En una decisión histórica tomada el 22 de febrero de 2023, tras 6 años de retrasos debido a la continua oposición de varios Estados miembros, el Consejo Europeo decidió que la UE debería asumir el Convenio de Estambul como una entidad transnacional. La decisión se produjo tras el acuerdo del Parlamento Europeo, que ya había exigido la incorporación de la violencia contra la mujer en la lista de crímenes reconocidos en la UE. En vigor desde 2014, el convenio es el primer texto internacional legalmente vinculante que establece unos criterios para prevenir la violencia de género, y podría servir de referencia para iniciativas posteriores de Bruselas.
El 25 de noviembre de 2022, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Comisión Europea instó al Parlamento Europeo a que adoptase la directiva propuesta presentada en marzo de aquel año para combatir la violencia doméstica y contra la mujer. Entre otras cosas, la directiva pretende recoger en la legislación de la UE unos estándares mínimos para criminalizar ciertos tipos de violencia contra las mujeres; proteger a las víctimas y mejorar el acceso a la justicia; proporcionar apoyo a las víctimas y asegurar la coordinación entre los servicios implicados y trabajar en la prevención.
La directiva también propone que la recolección de datos sea obligatoria en toda la UE. No todos los casos de violencia contra la mujer se registran ni notifican, y como ya se ha destacado, los datos de los distintos países de la UE no son fáciles de comparar. De hecho, la directiva menciona que la última encuesta relevante paneuropea fue publicada en 2014.
Los resultados de la investigación transnacional llevada a cabo por MIIR y EDJNet completan esta última. Se necesitaron 18 equipos de periodistas europeos y cuatro meses de investigación para encontrar datos actualizados procedentes de autoridades nacionales de al menos 22 países y descubrir si durante la pandemia se produjo un aumento de los feminicidios y la violencia contra las mujeres. Algunos equipos consiguieron obtener datos recientes y comparables; otros, sin embargo, no.
De todas formas, está claro que, si no se utiliza un sistema común europeo para registrar los casos de violencia contra la mujer, si no se refuerzan los protocolos de protección de las víctimas y la legislación, si no se reexaminaran las penas de los agresores, ni se educa sistemáticamente a los jóvenes sobre identidad de género y relaciones sexuales, la violencia de género va a seguir produciéndose. No obstante, siempre quedará la posibilidad de que nadie se entere porque los incidentes no se registran…
Medios de comunicación participantes
Esta investigación de datos transnacional fue organizada y coordinada por el Instituto Mediterráneo para el Periodismo de Investigación (MIIR.gr ), dentro del marco de la Red Europea de Periodismo de Datos. Los análisis de los datos y las visualizaciones fueron realizados por iMEdD Lab (incubator for Media Education and Development), que a su vez fue revisado por Kelly Kiki (iMEdD Lab).
Catorce miembros más de EDJNet han participado en esta investigación, llevada a cabo entre octubre de 2022 y febrero de 2023. Deutsche Welle (Alemania), Openpolis, OBC Transeuropa (Italia), Civio, El Confidencial (España), Divergente (Portugal), CINS (Serbia), Pod črto (Eslovenia), BIQdata/Gazeta Wyborcza, Frontstory.pl (Polonia), Deník Referendum (República Checa), EUrologus/HVG (Hungría), PressOne (Rumanía), Journalism++ (Suecia). Otros tres equipos contribuyeron con datos de sus respectivos países: Atlatszo (Hungría), Investigace (República Checa), and Noteworthy (Irlanda). EfSyn es el socio de publicación principal.
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