La COVID-19 pone en especial riesgo la seguridad del empleo y la salud mental de los jóvenes
En lo concerniente a la situación laboral y a la estabilidad mental, los jóvenes son los más perjudicados en Europa, según ha revelado un informe realizado por Eurofound.
La COVID-19 pone en especial riesgo la seguridad del empleo y la salud mental de los jóvenes
En lo concerniente a la situación laboral y a la estabilidad mental, los jóvenes son los más perjudicados en Europa, según ha revelado un informe realizado por Eurofound.
No es nada que no sepamos: la pandemia de la COVID-19 ha desencadenado una crisis sanitaria y, a su vez, ha afectado gravemente la economía y la salud mental de todo el mundo, debido a las restricciones que se han impuesto para detener la propagación del virus. Eurofound, la Fundación Europea para para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo, ha realizado varias encuestas con el objetivo de tener una idea más clara de qué grupos de la población europea se ven más afectados y de qué manera, como consecuencia de la pandemia. La información que recolectaron se publicó en un informe en febrero.
Los jóvenes de entre 18 y 34 años de edad han sido los más afectados en cuanto a la situación laboral se refiere. La primera encuesta, realizada entre abril y mayo de 2020, reveló que, desde el comienzo de la pandemia, la tasa de desempleo juvenil (de forma temporal o permanente) aumentó en comparación al resto de grupos de edad (a excepción del grupo formado por hombres de más de 50 años de edad que perdieron, de manera temporal, sus empleos).
Sin embargo, la situación cambia cuando en lugar de preguntar sobre la situación laboral, se pregunta sobre la seguridad del empleo. En este aspecto, los grupos que se verán más amenazados durante los próximos meses son los hombres de entre 35 y 49 años, así como los mayores de 50, con contratos temporales, ya que las características de sus contratos aumentan la probabilidad de que pierdan su empleo. Los participantes que forman parte del grupo de edad más joven estudiado, por su parte, declararon que la probabilidad de perder su empleo era de un 42%, mientras que los participantes del segundo grupo más joven consideraba que se encontraban en 33% de probabilidades. Aunque la información que se recibió sobre un mismo aspecto difería bastante entre participantes—dado que fue un grupo formado por ciudadanos de los 27 Estados miembros y por tanto, con características muy diferentes—, se debe tener en cuenta que, como se mencionó en el informe de Eurofound, la mayoría de contratos parciales los tienen los jóvenes de entre 15 y 24 años de edad, quienes representan un 45,6% de la totalidad de contratos parciales, frente al 12,1% que representa la población activa (15-64). La población de más de 55 años de edad con un contrato temporal tan solo representa un 5,1%.
Si en cambio nos fijamos en las personas con contratos indefinidos, las mujeres jóvenes de 18 a 34 años y de 35 a 49 años son las que más probabilidades tienen de ser despedidas en los próximos meses, ya que ambos grupos declaran un 9% de probabilidad de perder su empleo en un futuro próximo, un porcentaje 2 puntos superior a la media de los Estados miembros de la UE-27.
Como hemos mencionado al principio, la salud mental de las personas también se ha visto afectada por la pandemia de la COVID-19, debido a la falta de interacciones sociales como consecuencia directa de las restricciones impuestas por la mayoría de gobiernos de los países europeos. El siguiente gráfico compara el bienestar mental que declararon tener los participantes en abril, tras las primeras medidas restrictivas, con lo que declararon en julio de 2020. Los dos primeros grupos más jóvenes (de 18 a 34 y de 35 a 49 años de edad) son los que más solos, desanimados y deprimidos se sienten, y los que menos se han recuperado (pasaron de un 21% en abril a un 19% en julio, una bajada de tan solo un 2%).